El territorio es ondulado, sin grandes alturas por término medio, a excepción de la parte sur donde se eleva la nombrada sierra de Agullent. La ciudad está situada sobre un altozano, posee calles amplias de moderna traza, y otras antiguas donde quedan casonas señoriales.
En este entorno de cuento, se sitúa desde 1926 y fundada por Rafael Soler, la Pastelería Soler, fabricando de manera artesanal, ya en su cuarta generación, dulces típicos navideños como pueden ser las yemas al fondant, las almendras de praliné, la repostería de mazapán o sus exquisitos turrones.
De entre estos últimos destacan el turrón de Yema tostada, el turrón de mazapán, el turrón blando (variedad Jijona), el turrón duro (variedad Alicante), el turrón de crocant o el turrón de chocolate.
Todo esto por no hablar de sus pasteles, donde destacan entre todas elaboraciones que salen de su obrador las yemas y nueces al fondant así como pasteles de boniato, yema y calabazate, (llamadas comúnmente especialidades de Albaida). También son famosas las tartas semifrías, pasteles y merengues de café.
Pero lo que caracteriza a Pastelería Soler, además de su merecida fama por productos artesanos de calidad es sin ninguna duda, el trato próximo y amable de su gente. Sabedores de la importancia de un trato cercano, y de la importancia de los medios digitales actuales, han decido dar el paso hacia la venta on line: http://lavall.mascerca.cc/pasteleriasoler/ y las redes sociales, con presencia en Facebook y Twitter.
El reconocimiento de pastelería Soler está siendo notable, habiendo aparecido recientemente en varios anuarios de cocina.
Sin lugar a la duda, un sitio donde volver a saborear la Navidad.
