jueves, 17 de enero de 2013

Así estoy yo...



Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,


Desde hace unas semanas, tengo una nueva ocupación.
Soy el encargado de que, cada al día al despertar, sigan ahí el cielo y el mar.
Siempre me acompaña Mara, mi hija de once meses,
 juntos desde un banquito al sol, cuidamos de que todo sigue en su lugar.
 Jorge no puede acompañarnos, tiene que ir al cole. Ana tampoco, a ella le toca trabajar.

Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...,